Diario de una vida

Diario de una vida
Lo que he aprendido hasta el día de hoy...

miércoles, 14 de julio de 2010

Un día sin ti.

       Antes me preguntaba
      cómo sería un día sin ti,
     qué pasaría cuando al fin
   tuviésemos que decir adiós.
     Ahora no me lo pregunto,
              pues ya lo sé.

   
Al principio fue difícil,
como haber despertado
de un lindo sueño
del que no quería despertar.
Poco después, la realidad
se abrió paso a la fuerza,
y fue como el sol
al salir de entre las nubes:
un día claro y brillante
se presentó ante mí,
con oportunidades infinitas,
nuevas y desconocidas,
pero ciertamente maravillosas.
Creí que mi vida se acabaría
pero, lo cierto es,
que apenas comenzó.
Con el solo hecho de tener
una despedida que queda implícita
(pues nunca se ha dicho
con palabras reales)
bastó para que comenzara de nuevo,
con la seguridad y confianza
de que mis errores no se repetirán
si está en mis manos
el poder evitarlo.
Y un horizonte de posibilidades
                    se despeja ante mí,
                   un nuevo despertar,
                  un nuevo amanecer
un nuevo y esplendoroso día ya sin ti,
sin nubes que cubran mi horizonte...

No hay comentarios:

Publicar un comentario