Diario de una vida

Diario de una vida
Lo que he aprendido hasta el día de hoy...

domingo, 28 de agosto de 2011

Camino sembrado de rosas

Lo que hago o quiero hacer parece imposible, pero sé que, de alguna manera, no lo es.
Que persigo algo que parece inalcanzable, fuera de mis límites, pero mis límites pueden expandirse o superarse. Que solo sueño despierta, que mis sueños en la noche traspasan la frontera de las horas de dormir, para llegar a exaltar enormemente mi imaginación, que solo son cosas que me distraen, pero quien no sueña, no tiene sueños que cumplir, no se pone metas a superar. 
Y si, mi sueño es loco, parece imposible, o al menos muy difícil, no puedo obtener ninguna pista que me diga si voy por el camino correcto o no; tengo el apoyo de algunos buenos amigos, pero tampoco pueden hacer mucho por ayudarme y, aún así, he decidido que lo voy a lograr, seguiré por este camino sembrado de rosas con espinas, por este camino laberíntico matizado con la niebla de la duda, y de la impotencia. Porque no puedo hacer demasiado, pero tampoco puedo hacer poco. Tengo que analizar cada paso, y remendar cada error si es que es posible, y si no, continuar con abismo profundo a mi espalda.
Y es que se trata, al final, de arriesgarse. Por ahora sólo mido cada paso que doy, procurando que sea silencioso. Pero, tarde o temprano, tendré que atreverme a salir de la niebla de la duda, y tomar una decisión riesgosa, que puede acabar con una linda amistad, o empezar algo más lindo que una amistad. 
Mientras tanto, a disfrutar del camino, del aroma de las rosas, de su color y textura. Porque por estar entre rosas, bien vale la pena aguantar unas cuantas espinas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario