Diario de una vida

Diario de una vida
Lo que he aprendido hasta el día de hoy...

jueves, 1 de enero de 2015

Inicio de año: una historia termina y una nueva historia comienza

El calendario de nuevo nos sitúa en el 1° de enero, esta vez, del año 2015... casi pareciera que no haya otra forma de saber que empezamos un nuevo año que el seguimiento de los días en el calendario... Sin embargo, las cosas sí cambiaron.
El año que pasó fue mucho mejor que el anterior a ese, es decir, el 2014 fue mucho mejor que el 2013, por varias razones. Ese año que recién terminó trajo consigo nuevas amistades, personas que se han convertido en parte importante de mi vida, y a quienes aprecio mucho. 
En clase de programación lógica y funcional conocí a Rebeca. Es una chava súper linda, genial, que se esmera en sus estudios, y sigue intentando hacer las cosas hasta terminarlas. Nos salimos varias veces de esa clase, por unos minutos nada más, para comprar una nieve, o un danonino congelado, o a veces solo por que sí. Hablarle a Rebe también me permitió hablarle más a Alma, lo cual también considero un gran golpe de suerte. Nos divertimos mucho el último semestre que Rebe tuvo clases en el tecno, y en su fiesta de cumpleaños, y en el semestre que pasó haciendo residencia, aunque solo podía ir de vez en cuando.
Tuve un cambio respecto a mi actitud por estar enferma, verlo de una forma no tan negativa; aún así, no podía evitar las veces en las que parecía que eso me superaba. Creí que eso era un gran impedimento para hacer las cosas que quiero hacer. Pero no es del todo de esa forma, ya que, con nervios, un poco de miedo, y expectación, fui a Puebla, en el verano, donde conocí a muchas personas maravillosas, geniales... sobre todo, a Ana Laura, que es a quien más extraño de todas ellas,
Y el 2014 también fue un gran año para mi porque tuve la oportunidad de experimentar una historia única, que es la historia de todo el año. Escribir mi propia historia basada en esas experiencias sería lo mejor que podría hacer, pero no creo que nadie se crea una historia como esa, con tantas altas y tantas bajas; comprobé que es cierto algo que escuché una vez: la realidad es más extraña que la ficción. Y esa historia llegó a su fin junto con el semestre, empezó y terminó con el 2014...
Por otra parte, ese fue mi último año estudiando en el tecno, ahora sigue la residencia, "poner mis conocimientos en práctica en un entorno real", por mi cuenta. Tal vez tenga que mudarme de mi casa, cocinar yo misma, y todo lo demás... pero eso está bien. Y ya no veré a mis amigos tan seguido, o simplemente ya no los veré más que en contadas ocasiones, en las que el tecno nos reúna. En cierta forma, creo que extrañaré las clases, las horas libres en el tecno, ir a almorzar, a comer o a cenar con mis amigos, hacer tarea con ellos, los convivios, simplemente perder el tiempo, platicando... Esa etapa, al igual que al año, termina, pero comienza otra, llena de propósitos por cumplir, de retos, de sorpresas... Sé que es lo que queda atrás, pero no sé que es lo que hay adelante; pero con ayuda de mi familia, y de Dios, sé que puedo enfrentarme a cualquier situación.

No hay comentarios:

Publicar un comentario