Diario de una vida

Diario de una vida
Lo que he aprendido hasta el día de hoy...

domingo, 28 de octubre de 2012

Creo que ha habido algunos malentendidos últimamente. El peor de todos fue el semestre pasado, pero ya no importa tanto, porque, de alguna manera que no entiendo, las cosas volvieron a la normalidad, sin que yo interviniera. Claro, tuvo que pasar una semana para eso, pero lo hicieron. Y si yo hubiera intervenido, quizá se hubiera resuelto más rápido; pero es algo que no puedo saber. Hay un gran problema con eso, y es que no acostumbro hablar de esas cosas, ni de algunas otras, sea por timidez, vergüenza, miedo, orgullo, no sé, las causas pueden ser muchas, y la consecuencia solo es una: falta de comunicación. Se supone que para eso empecé este blog originalmente, para escribir cosas que no podía decir, o algunas de las que quería recordar a pesar del tiempo que pasara; de estas cosas, la mayoría son buenas, aunque también lo he usado para escribir algunas de las cosas no tan buenas, para desahogarme un poco. Lo curioso es que nunca escribo exactamente qué es lo que pasó, sólo escribo cómo me sentí con eso que pasó, o las actitudes que tuve, o que tuvo alguien más, sin mencionar nunca quién o qué. Creo que lo hago como una manera de desahogarme y mantenerme calmada. Así, si un día vuelvo a leer lo que escribí, queda sólo lo básico, la lección (si es que hubo una) y nada más, lo que la mayoría de las veces me hace preguntarme por qué escribí lo que escribí, sin volverme a molestar con nadie, o abrir viejas heridas, rencores del pasado que ya no importan, y que tengo olvidados. 
Y, volviendo al problema de mi falta de comunicación, he pensado que debería ser diferente; y, pensándolo más profundamente, no sé como ser diferente. No quiero que haya más malos entendidos entre mis amigos y yo. Me gustaría aclarar algunas cosas con unos cuantos de ellos, sin empeorar la situación. El punto es, que mis amigos son sólo mis amigos, y nada más. Si algún día, de casualidad, mis intenciones fueran más lejos que eso, lo diría. Lo he hecho antes. Por otra parte, no creo que sea buena idea arruinar una linda amistad. Por eso digo que mis amigos son sólo mis amigos, porque no creo que funcione ser algo más (habla la voz de la experiencia). Independientemente de si me guste uno de ellos, o no, no funcionaría, y es mejor seguir siendo amigos. La semana pasada vi a un amigo, que no veo mucho, y que me gusta (o me gustaba) desde que estábamos en el cbtis. Él piensa lo mismo que yo. Le dije una vez que me gustaba, y eso no cambió nada. Aún seguimos siendo amigos, platicamos como si nada, de vez en cuando me visita, todo normal, incluso hacemos bromas (sobre todo yo) sobre esa vez que le dije. Y me gusta más que seamos amigos. Me gustaría que ese lindo amigo leyera esto, pero no sé si eso pase alguna vez. Si no pasa, no importa, de nuevo mi blog cumplió su objetivo, de ser un lugar donde puedo escribir lo que yo quiera, con o sin objetivo de compartirlo con cierta persona, solo escribir.

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